Cuando una temitueste besa no hace muac o chuac o puac. Hace flores y cuentos con hadas y una calle larguísima con un cantero lleno de risas y pájaros de papelitos picados de colores verdes, naranjas, amarillos y violetas; no mezclados, obvio.
Cuando una temitueste besa el temitueste que recibe el elogio se siente el más mimado del mundo. Después se sonríe. Se canta. Se encanta. Dice luz clara doce veces y sueña con una cañada de agua también clara y reflejos de los ojos que son alma.
Cuando una temitueste besa, a mí, les confieso, me corre una alegría por los ojos.
2 comentarios:
y si. habría que guardar esos papelitos en distintos frascos por colores. y cada vez que falten los besos volverlos a sacar y tirarlos para arriba.
se enojarán los temituestes?(con énfasis en las t)
No, V, ¿cómo se van a enojar con el énfasis? A ellos les encantan las esdrújulas: énfasis, ábaco, océano, bésela, etcétera.
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